18 abril 2009

El humo de la victoria

Me fumo el cigarro después de ti

aspiro el humo de tu sonrisa...

al fin que reposa, en mi pecho digno,

que me mata, porque me matas.

Aunque el cansancio me pesa

como la tierra sobre el ataúd,

puedo planear como el albatros

contemplándote lejos, si te vas.

Pero también estás aquí

recorriendo mi papel y lápiz

sin necesidad de borrar... nada de ti,

como cuando con tu tacto besas mi piel

también con tus manos,

como cuando con tu sueño te rindes

y me ilusiono por dormir a tu lado.



Los Aviones. Andrés Calamaro

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Tú mismo

Volverán a las calles otrora caminos, mañana quién sabe... el vértigo de estarse quietos, cuando el mundo que gira te ponga en aprietos...