05 enero 2009

Como un estropajo/El mundo que está ahí fuera



COMO UN ESTROPAJO


Sé me heló el pecho, un instante

Como un estropajo cuarteado por el polvo,

Deshidratado, mustio de no usarlo en años.

Entendiendo que mi vida era sólo eso,

Ni siquiera una sonrisa, un brindis, un abrazo

Todo era mentira.

Lo sentí al despedirte un lunes de enero

Se te caía el moquillo, pero estabas hermosa,

Siempre el invierno te ruborizaba

Parecía otra cosa pero tan sólo era tu leve

Problema de capilaridad. Por el resto eras perfecta.

Torpe, nerviosa por la pasión de recibir una caricia,

Te tumbabas en la cama, esperando que te operara

Como un cirujano a corazón abierto.

No eras de palabras, yo tampoco

Disfrutaba orgulloso al escuchar tus historias

Y de vez en cuando te escribía un poema,

Mísero sí, pero hecho a mano, sólo para ti,

Con la misma incertidumbre del primer amor

Al recibirlo, ésa pasión que queda a veces tan lejana

Como las injustas noticias que llegan de la guerra…

Nunca finalizada. Ahora creo al decir que te quise.



EL MUNDO QUE ESTÁ AHÍ FUERA


El mundo que está ahí fuera

No entiende de amor, no en su mayoría,

El mundo que está ahí fuera

Se rasca las ojeras del siglo anterior.

El mundo que está ahí fuera

No tiene el tacto de tu espalda

Aunque sí mis manos ásperas.

El mundo que está ahí fuera

No sabe de ti y de mí en esta cama

Lisérgica y prohibida

Ellos tienen sábanas de seda pero están roídas.

El mundo que está ahí fuera

Camina con callos y grietas en los pies

No ve en su camino el horizonte

Si la esperanza se la lleva fétida el ocaso

Cuando llega un día nuevo y no amanece.

El mundo que está ahí fuera

No recuerda a los enfermos de lepra

Ni el abrazo de un niño con síndrome de Down.

El mundo que está ahí fuera

Consume tantas drogas para no dormir

Y para dormir… que se ríe cuando llora

Que se mea en los calzones ya cagados de antemano.

El mundo que está ahí fuera es un desliz que jamás contamos

Y sin embargo, no podemos olvidar,

No así como los años

Que jamás pasan por los dedos, fieles del guitarrista.

El mundo que está fuera

Vive ajeno al dolor de su propio pueblo

Al injusto llanto de la madre que perdió al hijo.

El mundo que está ahí fuera no es redondo definitivamente.

Tú mismo

Volverán a las calles otrora caminos, mañana quién sabe... el vértigo de estarse quietos, cuando el mundo que gira te ponga en aprietos...