24 febrero 2008

Mi techo (de menos)

Gracias por todo el legado, genio.

Dejé atrás los paisajes en agua fuerte
Como un cuervo en el entierro del enterrador.
Fui asumiendo la naturaleza de ser muerto a ser vivo.

Dejé atrás lo ya lejos, a ciencia cierta


Mi oportunidad había pasado.


Te elegí como el azafrán al amanecer


Y te dejé escapar por si querías ser libre.


Ahora sé que no te tengo,


Ni en el aroma del café que nunca nos tomamos


Ni en la fotografía que nadie nos hizo


Ni en las cartas que no nos escribimos


Ni en las palabras contadas que jamás nos dijimos.


Si fue el todo o la nada, esperando en un arcén


Como un autoestopista que huye de su destino.


Hubiera preferido quedarme en el sitio, tal vez


No rastrear inútil el perfume de saber dónde estabas


Regalando tu sonrisa, tu tacto inocente, tu caricia leve


Por mi pelo raso, tu manera de andar siempre entre algodones


De alfileres, tu piel sedada inventándose la lengua.


Erguido en tus caderas a punto de nieve y caramelo,


Frente a ti, cabizbajo de vergüenza y a ti derecho


Buscando el abrazo, todo mi techo.

17 febrero 2008

Coplilla del Sr. Tocado


Mis manos rajadas por el frío

Son etéreas para acariciar tus piernas

Envasadas al vacío, manos muertas.

Ya no sé si sigo vivo, ya no sé

Si estás despierta al lado mío;

Es porque el tiempo he perdido

En lejanos desvaríos que no me traen

De vuelta. Que explotaron las alertas

Las bajadas fueron cuestas

Rodando de piedra en piedra

Como un canto que entra y sale del río

Hasta perder toda la fuerza y terminar…

Tocado tocado; tocado y hundido.



Me dejo caer hacia atrás

¿quién me recoge?

03 febrero 2008

AMARrADOS


De noche volaban las horas como una luna

Entre nubes … que se marcha como un barco.

Rompías el trato con sólidas risas de esparto

Y cartonpiedra … tu respiración a la deriva.

De día, poblabas tu morada de ojeras malvas

Y cactus que nunca regabas y nunca morían.

Dormías hasta el martes cuando te apetecía el hambre

Yo a menudo, menudo y frío anochecía en tu cama,

Me podía el mañana y tu abrazo insaciable

El cara o cruz, mintiéndonos sinceramente.

Me fui alejando, afectado de valiente cobardía

No salí corriendo pero no me harté de caminar…

Hasta que mis botas se rompieron y son las mismas

Que llevo,

Hasta que dejamos de vernos porque juntos

Nos echábamos de menos.

Tú mismo

Volverán a las calles otrora caminos, mañana quién sabe... el vértigo de estarse quietos, cuando el mundo que gira te ponga en aprietos...