31 enero 2007

Salida Nula



Comprueba lo que sabes

Desordena tu orgullo,

Pedí tu teléfono y lo perdí

Ya no me lo quisieron dar.

Traga tu ansiolítico

No hay agua potable.

Tuve, plena libertad cuando nací,

Y mi momento incubadora

Fue mi punto álgido,

Por suerte, la familia creció.

Yo dejé los espejos y los retrovisores

Erguí la mirada sin mirar a nadie…

Seguí caminando sin tocar el suelo.

Doblé las esquinas donde me apetecía el azar

Llegué, a una de las ciudades invisibles

De Calvino, “La ciudad de los visitantes”

Donde el ser desconocido es el Ser supremo.

Enfermé de salud y de no saber estar por encima,

En un descuido escapé de la ambulancia

Y retomé sin pasado mi vida normal…

(que nadie entendía).

1 comentario:

Anónimo dijo...

Como no podía ser de otra manera, amigo mio, no hay versos que lo representen mejor, como estos.
Es realmente una suerte haberle conocido y contar con su pluma y sus amigdalas.
Y tenga presente, (como ya bien sabe), a los triufaPerdores de la noche, (-que no somos pocos), y que siempre estamos dispuestos a naufragar.

Un abrazo

Tú mismo

Volverán a las calles otrora caminos, mañana quién sabe... el vértigo de estarse quietos, cuando el mundo que gira te ponga en aprietos...