20 junio 2006

Una tarde más sin siesta


¡Qué pereza me invade esta tarde! (y todas las tardes después de comer). El bochorno acentúa esta crisis al borde del sueño que siempre evito. Anoche escuché la tormenta, la ropa colgaba pero preferí dejarla ahí para que adquiriera el aroma de nube, de tierra mojada.
Dan ganas de no ir al currelo, de hacerte caso cuando intentas pervertirme diciendo que llame aludiendo un dolor de barriga, pero no, puede y es seguro que no sea tan profesional como crees, sencillamente creo que a muchos se nos ve el plumero y que soy un pésimo actor secundario de serie B o de episodio piloto inclusive, pero soy feliz con esto, lo necesito, no se trata de pasta sólamente, es más bien una necesidad de tener trato humano y es más mal... no saber decir que no, a veces. Aunque ya aprendí bastante, volví al mundo real en un aterrizaje forzoso que me ha dejado "cicatristes" por el resto del tiempo que me toca. Aún me queda algo de obligación supersticiosa, además de la elegancia fuera de la percha o adentro del corazón; es decir, soy un gilipollas integral al dejarme llevar por la inocencia adulta, que debe tener más mala leche, pero sabes... tú también tienes culpa... sabes que puedes vestirme como quieras, desnudarme lo justo, ya me quito la ropa interior más rápido yo solito, salpimentarme hasta la risa, tragarme sin masticar y quedarme ahí preocupado por hacerlo bien para que tengas una buena digestión.
Y sé porqué lo haces, quieras que sea feliz, pero quizá sea tan raro que quizá sea feliz no siendo feliz.
Siempre lo dije: "mi misión en esta vida es hacer felices a las demás personas aunque eso conlleve que yo esté triste"
Pero todo tiene un fin, algún día yo dejaré también de ser una puta y no tenga que ir corriendo a los sitios y entonces podré quedarme contigo hablando en el café, pasando un buen rato en una dimensión apta para nosotros.
Y ahora debo marcharme, llego justo al curro. Me voy corriendo

3 comentarios:

Anónimo dijo...

"quizá sea tan raro que quizá sea feliz no siendo feliz"
me quedo con esto... porque a veces lo más paradójico es también lo más real.

kief dijo...

Bienvenida al mundo real. Intuyo que eres Ana, por anatomía y por descarte tb. Al final, aquí estoy, seguiremos dando guerra, yo me pasaré por tu rincón para asegurarme un rato de paz

Anónimo dijo...

¡¡¡¡Kief también en prosa!!!!

Me ha gustado mucho este comentario, sobretodo eso de salpimentarme hasta la risa... es muy fugaz y romántico.

Tú mismo

Volverán a las calles otrora caminos, mañana quién sabe... el vértigo de estarse quietos, cuando el mundo que gira te ponga en aprietos...