¿Cómo acertar cada palabra, cada mirada, cada hecho, cada momento? ¿Cómo explicarte cuando me dices que estoy serio que sonrío por dentro? ¿Cómo ganarle tiempo al tiempo y gritar en silencio todo esto que siento? ¿Cómo ser ser humano y que la paz destruya sin violencia las guerras? ¿Cómo hacer reir hasta llorar a este mundo ya sin sentimientos?
17 junio 2006
Un albatros planea Granada
Por fin estoy en Granada, sentado en un banco del parque de una urbanización a las afueras, a la sol y sombra de un olivo milenario que también soñó ser astronauta. Permaneceré aquí en la misma posición hasta que me caiga la primera aceituna negra y andaluza sobre la cabeza (como Newton).
Cada banco es diferente, lo ilumina un distinto árbol y en ellos… pájaros de varias especies toman su café como en La Tertulia, dan sus conciertos, y supongo que allí al fondo… los del pinar de capa caída están de botellón, son los más ruidosos. Los padres y las madres se mueven en otros ambientes, claramente descansan en el banco “Luis Rosales”, con su rosal blanco y su rosal rosado, (valga la redundancia si yo lo valgo) con sus inofensivas espinas. Y finalmente está el banco de las amapolas, donde no hay pájaros apenas, están pasando sus vacaciones en otro lugar, quizá en Madrid o quién sabe. Las pocas amapolas que quedan, son las luces de las casas de los pájaros que hacen que la ciudad funcione en estos días y noches, me refiero a los empleados de limpieza, camareros de bares y restaurantes, moteles, gasolineras y servicios médicos, etc, ¡pájaros valientes!
Pero el banco del olivo milenario, tan alto como el pino, tiene vistas a Sierra Nevada, con algún kilómetro de nieve el primer día de mayo; soy consciente de que las condiciones físicas y químicas permiten que esto sea posible, pero para mí, para mi alma soñadora esta mañana es auténtica magia y lo digo con el corazón que también es mi cerebro. Ya puestos a imaginar, si me dieran a elegir ser un pájaro, preferiría ser un albatros, planear desde la montaña al mar a vista de la Granada de moros y cristianos que se dan la mano en el hombro con una sonrisa de complaciente hermandad.Pero soy un humano que no sabe volar como un albatros, aunque puedo intentar plasmarlo, quizá otro día ya de día… porque si fuera albatros, estas líneas las estiraría como en pleno vuelo.
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5 comentarios:
Por cierto son fiestas este fin de semana en el antiguo reino de Granada.
Gracias a Henry por apadrinarnos en su codiciada ciudad, a toda su gente que la hace posible y a la desconocida que me regaló su alma, una vez y otra más.
yo aun tengo la mente alli..
estuvisteis?
yo volvi ayer... no sabia :S
Granada me enamorói a primera vista.
Quizá algún día acabe viviendo allá..es maravillosa.
La echo de menos ya.
Bill clinton dijo que en Granada había visto la puesta de sol más hermosa de toda su vida. ¿os dais cuenta que tenemos los mismos gustos que el bueno de Bill?
Ejem, chicas... ya sabeis! (:P)
sí.. desde el Albaicín con la Alhambra de frente.
Quiero volver.
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