29 abril 2010

Olvidarme

Siempre me quedo cuando me estoy yendo

a Buenos Aires, Reikiavik, Granada, Alicante,

donde pueda ser feliz, comer, dormir y olvidarme

de que tengo que volver.


Siempre me quemo cuando empieza a llover

y me he peinado,

cuando le he sacado brillo a los zapatos de claquet

porque he quedado contigo,

y eso mismo ahora es más que el deseo.


Siempre me temo lo peor por si no sale bien

para no sentirme de vuelta a casa como una roca,

que no ha dicho, que no ha hecho, ... nada.

Luego mis pasos tropiezan con las aceras

pero me río,

y en ése momento por fin consigo olvidarme de ti

y de mí.

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Tú mismo

Volverán a las calles otrora caminos, mañana quién sabe... el vértigo de estarse quietos, cuando el mundo que gira te ponga en aprietos...