Ahora que has venido ya casi te vas,
debemos estar equivocados cuando dejamos escapar
lo que nos hace bien,
como despestarse cuando uno justo acaba de coger el sueño.
Van a pasar los días como quién enciende un cigarro,
al llegar la noche, al doblar la esquina
no vas a estar.
Pero he de admitir...
que por fin he logrado entender algo:
basta una mirada para que respirar merezca la pena.
Quiero conservar en mis manos el tacto de tu piel
y que no se me olvide de vez en cuando barnizar mi vida
como el brillo de tus labios.
Aún parece que te estoy viendo,
cómo te retuerces en la cama
y como después de la última cena buscamos la caricia
como el gato a su amo.
Yo aún te observo en silencio
mientras preguntas qué me pasa.
Perdóname pequeña pero no acabo de creérmelo,
aún estás aquí durmiendo a un lado, y al otro...
donde siempre dejas tu recuerdo.
Hay cera derramada... y al menos hoy
tampoco pretendo cambiar las sábanas.
¿Cómo acertar cada palabra, cada mirada, cada hecho, cada momento? ¿Cómo explicarte cuando me dices que estoy serio que sonrío por dentro? ¿Cómo ganarle tiempo al tiempo y gritar en silencio todo esto que siento? ¿Cómo ser ser humano y que la paz destruya sin violencia las guerras? ¿Cómo hacer reir hasta llorar a este mundo ya sin sentimientos?
24 abril 2010
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Tú mismo
Volverán a las calles otrora caminos, mañana quién sabe... el vértigo de estarse quietos, cuando el mundo que gira te ponga en aprietos...
-
Foto provisional. Día nublado, uno más y nada menos. Tomo mate y canto tangos en la ducha Tengo miedo Miedo de entregar mal los deberes De l...
-
En aptitud "Perezosa", con el maestro Andrés Judak. Sobremesa, café y charla en Coca (Segovia). 31, de agosto, mes que termina con...
-
Resulta que tenía una camisa amarilla con rayas negras que compré a finales de 2004 en una exquisita tienda de ropa barata, que ya no existe...
No hay comentarios:
Publicar un comentario