22 marzo 2009

Un silbido desde el andamio


Tengo sed

de dejar de beber,

de volver a saber lo que se siente de veras

al decir, te quiero.

De llorar al ver en tus ojos lágrimas de alegría.

Tengo fé

en lo que no creo,

las guerras, el hambre, la enfermedad

y los celos,

en el sabor del botaca y la caña

del ladrón que me atraca el maldito dinero.

Tengo poca esperanza en muchos de los hombres

si sólo resalta la excepción,

si nos olvidamos del segundo puesto...

de los que cavaron los cimientos de la casa

donde creemos ser felices.

A veces, perdemos la memoria... y lo conseguimos.

2 comentarios:

ordago13 dijo...

tu texto acompaña perfectamente a la piaf¡¡¡

kief dijo...

es verdad, cuando vi la peli se me ocurrió algo así.
Édith llora con rabia y pena canciones tristes que a algunos nos hacen felices.
Gracias amigo por tenerme en tus oraciones. Un abrazo muy fuerte

Tú mismo

Volverán a las calles otrora caminos, mañana quién sabe... el vértigo de estarse quietos, cuando el mundo que gira te ponga en aprietos...