08 febrero 2013

Una piedra de Javea


Alguna noche bajo la Luna
de brillo y sombra,
por la playa te deslizas
como una sábana de caricias
y el mar en calma te roza
de a poco, con alboroto.

Alguna madrugada
cuando el agua está callada y duerme,
inventas en el silencio del pensamiento
vidas que den que hablar,
que te acompañen como una concha
de inofensivo tacto.

Algún atardecer…
creíste ser medusa varada
y moribunda en la arena
respirabas, esperando tu ola,
que siempre volvía sola
y se marchaba sin ti.

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Tú mismo

Volverán a las calles otrora caminos, mañana quién sabe... el vértigo de estarse quietos, cuando el mundo que gira te ponga en aprietos...