
He vagado por noches de infarto buscando un abrigo
He viajado sin un rumbo fijo hasta conseguir llegar a casa.
Me he dejado vencer sin notarse para hacer feliz al miserable,
He sido también miserablemente feliz, y miserable.
Me he tenido más miedo a mí mismo que a mis enemigos
Me puedo cortar con los dedos de una mano.
He tirado de la lengua al que tiró de la cuerda, le amenacé
Y me dio una paliza por la puerta de atrás, no me defendí.
Me he llevado a la cama a la Luna, surgió un gatillazo
Y ella era frígida,
He llorado al verla reir.
He domado mi potro salvaje pero se escapó,
He tenido que acostumbrarme a soportarme
Los pies firmes en el suelo que las alas son de cartón.
He buscado el primer beso, se atenúan los labios
Y como en los chicles sigo buscando…
He pensado lo que estarás pensando esta tarde gris
De mantita, sofá y peli de estreno para la gran siesta.
He elegido ser un solitario y aunque me vuelvo a equivocar
Sólo lamento el injusto llanto de los demás.
He perseguido las pistas de tu rastro incansable
Y a ciencia cierta siempre estás lejos… y muy atrás.
¡He malgastado!, y lo que he perdido… es el tiempo en pensar que era otro tipo,
Lo que he ganado es el hecho a fuego lento de haberte conocido.
He leído los poemas más bellos que son los más sucios,
Los más tristes y oscuros, los que más se asemejan a la realidad,
Los que nunca escribiré, he de decir la verdad.
Me he sentido afortunado con la lotería de haber nacido,
No he matado a nadie, y eso es lo único que me salva.