
Pones cara de violín,
Desgajas una naranja...
La dejas ahí, secándose sobre la mesa barnizada
De migas y un cuchillo con restos de mantequilla
Salada.
Vuelves al sofá, a tu clásica posición fetal,
La que te ofrece ése aspecto tan frágil…
Encantadoramente tuyo, como una gota de agua
Que decrece por la rosa que nunca admitías,
Desafiando la caricia más leve por tu mano,
La dejas ahí, secándose sobre la mesa barnizada
De migas y un cuchillo con restos de mantequilla
Salada.
Vuelves al sofá, a tu clásica posición fetal,
La que te ofrece ése aspecto tan frágil…
Encantadoramente tuyo, como una gota de agua
Que decrece por la rosa que nunca admitías,
Desafiando la caricia más leve por tu mano,
De burbuja y talco, del pétalo de espuma.
Murmullas… una brisa del mediterráneo
Aquel donde naciste… donde antes sólo dormías
En la misma posición, tal como estás ahora
A salvo, bajo una manta poblada de pelusas,
Dudas mordidas que la arañan, y mi abrazo.