Somos un mismo cuerpo con paladares elocuentes. Sí, del
silencio me arrepiento pero me callo por no soplar la maldad del huracán hacia
tu espacio despejado. Somos un mismo ente que parte de donde viene y nunca sabe
exactamente donde va. Me quedo en el mismo sitio por si quisieras tomar el
asiento que te guardo si me levanto.
Somos sólo presente si presiento el pasado, somos toda la
gente que no está a tu lado, somos sólo somos y dejamos de ser cualquier otoño
verde, somos un mismo sexo si somos cóncavo y convexo. Somos un circuito
cuadrado, un relámpago ciego, un muro enterrado, una maleza selecta, un veneno
en la avispa a la que hemos picado, un libro editado que nunca fue leído, un
gol en dudoso fuera de juego, una escopeta de feria, un nido de hormigas en la
hora punta y en la noche… una cucaracha solitaria.
Somos lo que quieres ser de mayor, un escuadrón especialista
de la vida, un cigarro que se nos va consumiendo. Somos pequeños dioses mal
informados. Somos tanto y cada uno ¡tanto! que al final, no somos nadie.
3 comentarios:
Qué bueno hace leerle con un buen café.
Saludos desde Colombia.
El maravilloso cafè de Colombia!
No puedo vivir sin èl.
Un beso tierna amapola!
;*
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