El corazón emparedado
tenue luz al final del túnel,
una mueca sospechosa tu abrazo imaginario
y siempre lejos… tus besos secos,
resaca de tu recuerdo como la tiza en la pizarra
de los años de colegio los borra el viento,
se los lleva donde se calma
donde duerme acariciando tu espalda
y atempera la pesadilla que ya sueño
te empuja a rozar el clímax,
suave y salvaje como si tuvieran dueño
las musas, las hadas, las ninfas.
Así no se acaba,
hay luz al final del túnel
con tan solo fantasear tu mirada,
incluso tu cara apenas nostálgica
como de entierro…
cuando se te quitan las ganas
cada lunes por la mañana,
cada tarde de bostezo,
cada noche de celos,
por creer que el tiempo es tu amante
o al menos un fiel compañero.
Así me dejas,
hay luz al final del túnel
aunque siga ciego.
1 comentario:
¡Es increíble las cualidades innatas que tienes para escribir!!
Te pongas como te pongas, sigues siendo todo un poeta!
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